viernes, 26 de diciembre de 2014

ARACNOFOBIA



Allí, impávida en una esquina, está ella otra vez tejiendo sin parar, intentando atraer de nuevo a sus víctimas. Tu fobia no te deja dormir y le tiras la taza de tisana que te acabas de preparar, derramando el líquido por el piso, y la estrellas unos centímetros más abajo de lo que pretendías, rompiéndola en mil pedazos. El estruendo deja tras de sí el eco de una voz lejana. Mientras ella vuelve a salir del agujero, para seguir tejiendo ajena a cuanto la rodea. Tú serás su próxima victima,  mientras duermes.