domingo, 5 de noviembre de 2017

EL FINAL DE UNA HISTORIA


     Después de una de tantas noches de insomnio, ante una taza de café y un paquete de cigarrillos, que fumaba de dos en dos, como si pretendiera que el humo lo inundara de una niebla espesa donde perderse, intuía que el dolor pronto lo derribaría, como a un árbol débil, carente de vida. A veces, ante el espejo, solo veía a un desconocido que ya ni siquiera miraba; le repugnaba su sola presencia. Los remordimientos lo corroían y la angustia lo atormentaba desde ese diciembre, cuando, en aquel páramo a donde se dirigían, como todos los años, ocurrió el accidente en el que ella perdió la vida.
     Pensativo, absorto, le vino a la memoria aquel poema que siempre guardaba en un libro...
Mis sueños me abandonarán
     llenando mi soledad de olvido...
...que evocaba el final de una historia, la suya, mientras se recuerda sí mismo que aún está vivo.