EL RUIDO DE TU SILENCIO

A que suena el silencio
a media noche
cuando las luces de
la ciudad aún brillan
por momentos.

A que suena el silencio
cuando tú duermes y
yo despierto, después de
no haber dormido, y
aún se oye a lo lejos
el silencio de tanto
ruido.

A que suena tu silencio
cuando duermes y
yo despierto, después
de la resaca de tanto
desconcierto.

A que suena el silencio
de tu sueño...

A ORILLAS DEL MAR

Perdida el alma entre mis manos
emana, prisionera de su libertad,
lágrimas que se escapan silentes
de unos ojos que besan soledad.


Aferrada a la orilla silenciosa
con el sol en atardeceres
pinta sombras en la arena
al balanceo del mar.


Bajo pinceladas de acuarelas
llora la vida su dulce aliento
anclada en una tierra efímera
donde dejarse huir del tiempo.

AVES DE RAPIÑA

En este estado intermedio

entre la ceguera y la muerte

están al acecho, ávidos

perdidos ante la suerte.

Deambulan por callejones

burlándose de los vivos

acechando como rapiñas

presos del tiempo perdido

capturando a su presa

dejando bolsillos vacíos.

Mas pareciera que tienen vida

los que el cementerio abrigan

aunque no todo esté perdido

mientras la existencia todavía anida.

EBRIEDAD

Con palabra bien sonante

y rima asonante

lo que bien empezaste

que no acabe en desastre.

Para que no se note

el puro abatimiento

sigo escribiendo con porte

y algún entorpecimiento.

Me adormecí en otro sueño

con una canción desesperada

algunos molinos de viento

y una tal regenta de alas.

Agarré melopea de letra

más pareciera que narro

una olvidada obra de teatro

y no una sarcástica tonada.

Y sin llegar al total desastre

algún autor os mencioné

no echado en el olvido

y no escribiros aburrido.

SUEÑOS INFINITOS

Mirando el horizonte en calma,
navío repleto de sueños infinitos,
mientras en tu playa, quedó varada,
ahogadas en injustas tempestades
las esperanzas de olas perdidas,
de inmerecidas razones henchidas,
para devolver tus sueños heridos
a esos mares de aromas dormidos
y volver a soñar con un nuevo destino.

PRECISAMENTE AHORA QUE NO HAY ANHELO

Ahora me cuentas historias para no dormir

ahora mientras duermo

ahora me dices que me echas de menos

ahora que ya ni cuento ni relato.

Precisamente ahora que no te espero

precisamente ahora que ni te sueño

reserva tus palabras para paisajes nuevos

reserva las palabras para universos inmensos.

Ahora que son nítidos los días

ahora que el nadar en tus ojos se me olvida.

Ahora que el corazón ya esta herido

y no encuentra refugio en los sueños,

en esos sueños dormidos.

Ahora precisamente amor que ni te espero,

ni te sueño, ni te cuento, ni te anhelo,

ahora que ya se me olvido el tiempo

ahora precisamente que ni te comprendo.

NOSTALGIA

Danzaba extrañada la primavera
al sonido de lejanas tormentas
con suaves aromas a distancia
donde la lluvia acaricia tu belleza.

Retratos de corazones quietos
sobre veredas quebradas y yermas
donde quedó olvidada la tristeza

como péndulos inertes oxidados.

Tristes esperanzas oscuras
inconscientes ante el espacio
donde nunca volviste a verle.

Abismos entre paredes muertas
huella hecha de barro y piedra
con olor a jazmín y yedras.

NECRÓPOLIS

Y aquellos negros cuervos…

Acechando en un día solitario de invierno,

donde la madera vistió tu cuerpo,

en ese lugar donde las yedras

recorren las cruces que atraviesan la tierra…

Paisaje yermo de nostalgias,

donde el silencio anida las noches solitarias…

Allí, no volví a ver tus ojos tristes perdidos en el recuerdo,

hundidos en la delgadez de tu olvido…

Una marchita flor adorna el refugio de tu marcha,

donde nunca más volvimos a vernos.

MI ALMA EN VERSO

Pasan sonriendo los minutos
abrazados al tiempo efímero
entre nostalgias y tristezas
lloran unos deseos en soledad.


Quise escribir mi alma en verso
contando todas las primaveras,
imaginando el calor de tus besos
en la embriaguez de unos sueños.


Esperando caricias de tus manos,
en la melancolía de las noches
llantos dormidos anhelan libertad.


A qué sabrá ese beso lejano
cuando el murmullo de tus palabras
en mis sueños sea un eco olvidado.

PEQUEÑA REFLEXIÓN

Saboreando el silencio me encontré

con mí soledad, amiga inseparable,

con la que a veces entablo conversación

sobre el papel…

a veces me contesta…