miércoles, 9 de abril de 2014

ESA DELGADA LÍNEA

En esa delgada línea entre respirar profundo o mandarlo todo a la mierda, es como se sentía aquella mañana al dirigirse al trabajo. Empapada hasta los huesos, el tiempo no acompañaba , la lluvia y el viento habían hecho destrozos en los árboles de los alrededores. Sacudiendo el paraguas entró en la cafetería de costumbre, la de cristaleras grandes que dan a la esquina de la avenida...Lo había decidido hacía tiempo: dejaría el trabajo y se iría lejos, ya no soportaba la idea de verlo todos los días. La había herido en lo más profundo, y sin embargo, no comprendía por qué, le amaba.
A pesar de respirar profundo, lo mandó todo a la mierda.


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